Aunque la mejor etapa para educar a tu perro es cuando todavía es un cachorro, si acabas de adoptar a un perro adulto no pierdas la esperanza, nunca es tarde para enseñar a tu mascota los comandos básicos que ayuden a mejorar la convivencia.
Al entrenar a nuestro peludo obtenemos herramientas muy útiles para abordar problemas de comportamiento actuales o futuros, controlar a nuestra mascota en situaciones de estrés o mantenerlo tranquilo y obediente cuando salgamos de casa. Hoy os hablamos de los cinco comandos básicos para adiestrar a nuestro perrete.
Antes de empezar, hay cuatro claves para que este proceso sea fácil y no perjudique la confianza de tu mascota:
- Apostar por el refuerzo positivo. Es mucho mejor premiarlo cuando lo haga bien a castigarlo cuando lo haga mal, de este modo él asociará que cumplir con estos comandos es algo bueno.
- Usar señales sencillas. Esto lo conseguiremos empleando un tono tranquilo pero firme, palabras cortas y gestos que pueda interpretar con facilidad.
- Elegir un lugar tranquilo para los entrenamientos. Procurar que no haya distracciones o estímulos será clave para que nuestro peludo esté concentrado en nuestras indicaciones.
Practica los ejercicios cada día. Con 10 minutos al día será suficiente. Además, si elegimos diferentes horas, lograremos que nuestro perro asocie estos comandos a cualquier situación.

Lograr que nuestro perro se siente cuando se lo pedimos nos va a ser muy útil a la hora de educar a nuestra mascota. Este comando nos ayudará a mantenerlo bajo control en todo momento y es la base del resto de órdenes con las que le podemos educar, por eso es el primero que se les enseña desde cachorritos.
Se consigue gracias a una secuencia muy sencilla:
- Coloca un premio cerca de la nariz de tu mascota. Podemos optar por una golosina, una galleta para perros o un trocito de pienso.
- Mueve la mano hacia arriba de modo que te siga con la cabeza y se siente.
Una vez esté sentado di “sit”, “sienta” o el comando que hayas escogido y después un “muy bien” mientras le das el premio.
Repetiremos esta secuencia varias veces todos los días y la iremos introduciendo en momentos como pueden ser antes de ir a pasear mientras le colocamos la correa o antes de comer, mientras rellenamos el bol. Si cuando le felicitamos empleamos un tono cariñoso él asociará estas acciones a cosas buenas y las irá repitiendo de manera instintiva.
Ven

Gracias a esta orden podremos estar tranquilos si soltamos la correa a nuestro peludo en un parque, si lo tenemos suelto en un jardín y queremos tenerlo bajo control o si accidentalmente nos dejamos la puerta abierta.
Los pasos a seguir son:
- Ponle la correa y el collar.
- Aléjate poco a poco de él sin soltar la correa.
- Agáchate para estar a su altura y di: “ven” mientras estiras poquito a poco y de forma muy suave.
- Cuando llegue a ti dale un premio y felicítalo con un poco de cariño.
Cuando hayamos conseguido que realice esto con la correa sin que tengamos que tirar de ella, quítasela y repite el comando en un lugar seguro y cerrado.
Quieto/Espera

Para poder aprender este comando nuestro perro primero tendrá que dominar el de sentarse. Esta orden es muy buena para trabajar el autocontrol del can y que logre estarse quieto frente a situaciones que le excitan, como cuando llega alguien a casa o cuando ven comida. Tenemos que tener en cuenta que a nuestros peludos les gusta estar en movimiento y por ello les va a costar un tiempo dominarlo, pero no tenemos que perder la esperanza.
- Primero emitiremos la orden “sienta”.
- Una vez sentado, abriremos la palma de la mano delante de su hocico y le diremos “espera” o “quieto”.
- Iremos retrocediendo poquito a poco, el objetivo es que el perro no de ni un paso mientras lo hacemos. Si no se mueve le daremos un premio y le felicitaremos, si se mueve repetiremos el proceso.
Cada vez que repitamos el comando con éxito nos iremos alejando un poquito más.
Échate

Esta posición es sumisa, por lo que se trata de un comando muy difícil y el refuerzo positivo va a ser clave para que nuestra mascota lo aprenda. Si tu perro es miedoso o ansioso el proceso va a ser largo, así que ármate de paciencia y a por ello.
- Coge un premio y cierra el puño.
- Coloca tu mano sobre el hocico del perro y deja que la olfatee. Mientras tanto, baja poquito a poco la mano hacia el suelo y para que la siga.
- Desliza tu mano por el suelo de modo que poco a poco se tumbe y te siga con la cabeza.
- Una vez esté completamente tumbado di “échate” y dale el premio.
Si tu mascota intenta sentarse o se abalanza hacia tu mano escóndela y di “no”. Es importante que no intentemos presionarlo hacia abajo y si vemos que ese día está muy ansioso lo dejemos para otro momento.
Suelta

Si nuestro peludo es curioso y todo lo que ve se lo lleva a la boca, este comando nos va a resultar muy útil cuando salgamos de paseo. El objetivo es enseñar a nuestra mascota que no puede coger todo lo que olfatea y que si espera un poco, le daremos algo mejor.
- Coge un premio con cada mano.
- Enséñale uno de los puños cerrado y deja que olfatee el premio mientras le dices: “suelta”. Mantén la otra mano detrás de tu espalda.
- Si intenta lamer, mordisquear, ladrar o darte la pata en un intento de conseguir su premio ignórale y mantente firme.
- Cuando pierda el interés, le das la golosina que tenías en la otra mano.
- Repite este comando hasta que tu perro se aleje de la primera mano en el momento que le digas “suelta”.
Como siempre, en el momento que tu perro cumpla esta orden dale el premio y felicítale con unas caricias y palabras cariñosas.
Esta orden tiene una segunda parte en la que necesitaremos dos tipos de premio diferentes, uno de los cuales tiene que ser su favorito, algo que sepamos que le encanta y hará caso para conseguirlo.
- Di “suelta” al poner el premio menos atractivo en el suelo y tápalo con tu mano.
- Espera hasta que deje de hacer caso a la golosina y se centre en ti.
- Cuando te preste atención, saca el que hay en el suelo y dale el segundo premio que tenías en la otra mano.
Cuando cumpla la orden felicítale.
Finalmente, llegamos a la tercera etapa:
- Pon el premio menos atractivo en el suelo y tápalo parcialmente con la mano. Poco a poco ves levantando la mano hasta que esté aproximadamente un palmo por encima.
- Repite este proceso hasta que puedas hacerlo estando de pie.
Recuerda que este comando ya es de nivel difícil y por ello va a llevarte mucho más tiempo que tu mascota lo domine.

Finalmente, es importante tener una orden que le comunique a nuestro perro que el entrenamiento ha acabado y se puede levantar o irse. Puedes emplear un “vamos” y moverte a otro punto de la habitación para que entienda que ya se puede retirar. Educar a nuestra mascota es un proceso muy divertido si lo hacemos con paciencia y mucho cariño hacia nuestra mascota. Nuestros peluditos nos dan muchas alegrías y por ello es importante que disfrutemos de cada una de las etapas que vivimos con ellos.